jueves, 28 de agosto de 2014

Los politicos y la democracia en América Latina



El presente trabajo se basa en una revisión bibliográfica de dos textos elaborados por el Dr. Manuel Alcántara Sáez; 1) Crisis y Política en América Latina, 2) Democracia y valores democráticos de la clase política latinoamericana. Una segunda aproximación.

            En Crisis y Política en America Latina, el autor, comienza aclarando el alcance conceptual de –crisis-  como “algo dinámico que refleja la idea de proceso complejo frente a visiones más reductoras que lo conciben como un  momento unidireccional”. También menciona nuevos elementos conceptuales como: – clivaje – acuñados por Lipset y Rokkan con el que “se buscaba entender cuales eran las fracturas que se habían producido en la sociedad y que abrían paso a expresiones políticas diferenciadas”; y el de Collier y Collier, “quienes se refirieron a la idea de – coyuntura política – definida como un periodo de cambio significativo que típicamente ocurre en distintas formas en diferentes países  y que llega a producir distintos legados”. “De esta manera, continúa,  se concertaban los elementos distintivos de una crisis con sus condiciones antecedentes y, lo que era más novedoso, quedaban convertidos estos elementos en simientes constitutivas de la próxima crisis”.

            Se distinguen dos modelos de gobiernos existentes en la década del 70, el populista y el sultanista. A efectos de este trabajo solo interesa el – populista – ya que es el que caracteriza al Paraguay y la sub-región. Estos modelos nacen como reacción al Crack del 29 y el consecuente desechamiento del modelo liberal imperante hasta la época.

            Ambos modelos experimentarían a finales de los 70 en su propio seno la inestabilidad política, debido a factores endógenos y exógenos que afectarían no solo la estructura y relaciones políticas sino las economías de los países latinoamericanos. Esta situación llevó a los regimenes populistas a convertirse en autoritarismos los que a su vez generaron la conciencia de la ciudadanía de no tener, y por lo tanto, exigir mecanismos de seguridad que los protegieran de los Estados que sin limites cometían atropellos a sus derechos ciudadanos (se hace mención particularmente de esta consecuencia ya que se refleja claramente en el siguiente trabajo Democracia y valores democráticos de la clase política latinoamericana. Una segunda aproximación).

            La situación en Latinoamérica fue muchísimo más compleja que la que se describe, lo importante es tener en cuenta que fueron un cúmulo de factores los que llevaron a que, como dice el Dr. Alcántara: “La revitalización  de la democracia y del mercado como únicos ejes interpretativos  del juego que suponían las relaciones entre el estado y la sociedad generaban un nuevo marco de comprensión de  la teórica salida de la crisis”.

            Así, y al decir del ut supra mencionado Profesor, “por defecto” acaecieron dos transiciones: una fue la transición política, la democracia, que trajo consigo las huellas de los regimenes, no democráticos en cada caso, tales como unas Fuerzas Armadas autónomas y presentes en el ámbito político (caso Lino Oviedo en Paraguay por ej.), partidos defectuosos, con fragmentaciones, enfrentamientos entre el Ejecutivo y el Legislativo, casi nula renovación de las elites entre otros síntomas peligrosos que revelaban que las transiciones de la región adolecían del síndrome de – democracias sin demócratas - , lo que no se tradujo en obstáculos para que en momentos de prueba, donde la democracia en otros tiempos hubiera sido victima, se resolvieran a través de mecanismos, en mayor o menor, medida democráticos. La otra transición fue la económica, que no se dio en todos los casos paralelamente ya que las incipientes democracias, según su caso, mantuvieron la estructura económica anterior (estados agigantados e intervencionistas, nacionalismo económico, reformismo distributivo, entre otros) lo que también tuvo su punto de quiebre dando un golpe de timón a los estados hacia una economía mas abierta, una economía de mercado.

            En el estado actual de las cosas los desafíos de los gobiernos, que anteriormente no figuraban en la agenda son: el narcotráfico, el medioambiente y considero al más importante de todos en cuanto es el que mayor atención reviste debido a los datos que se verán más adelante es, y nuevamente en palabras del autor, “la integración social en el sentido más amplio posible”.

            Esto se refleja en el siguiente trabajo analizado, Democracia y valores democráticos de la clase política latinoamericana. Una segunda aproximación, que consiste en la opinión  de una selección importante de la clase política de doce países de la región representativos en cuanto a lo geográfico y en lo concerniente a desarrollo político.

            No es intención de este escrito detallar o desmenuzar todos los datos, tanto de la parte teórica, como de los cuadros sino entresacar aquellos que coincidan con el hecho que de entre todo lo dicho es de suma importancia atender el legado histórico de los regimenes autoritarios, en este caso, con énfasis en lo socio económico más que en  lo político, por lo tanto a modo de resumen y en sentido general, como lo vengo haciendo, este articulo investigativo expone cuanto sigue:

  • Existe un consenso en cuanto a la valoración teórica de la democracia y algo muy parecido en cuanto a la estabilidad de la misma y las elecciones.
  • En cuanto a la amenaza en democracia se han hecho consultas divididas en cuatro categorías: política, económica, social y socio-económica. En palabras del autor: “pareciera, por lo tanto, que las categorías socio-económicas y económicas prevalecen sobre las políticas y las sociales”.
  • Referentes a las ventajas de la democracia se presentaron consultas de tres tipos: liberal-individual, social-participativa y  económica. En este caso la ventaja, según las respuestas, son de tipo liberal-individual.

            Cabe oportuna la advertencia que las diferencias en los resultados varían de distintas maneras, tal es así que en la parte conclusiva del articulo consultado reza lo siguiente: “se percibe una clara disparidad en las respuestas ofrecidas a las diferentes preguntas. De ahí que se derive una enorme dificultad de hablar en términos regionales de democracia. Las distintas visiones de ésta por una élite profesionalizada, en mayor o menor medida, pone bien de relieve que cualquier aproximación al tema, considerando America Latina como un todo, es susceptible de cálculos erróneos y de contribuir a una ceremonia conceptual del caos”. No obstante demuestra un panorama coincidente con otras mediciones en algunos casos y en otros contrariamente disímiles pero el caso de estos podrían devenir de la brecha de lo que piensan las elites política con lo que piensan sectores de la sociedad.

            El primer articulo seleccionado trata sobre la crisis política en Latinoamérica que derivó, por defecto, a una transición política y otra económica. Al esclarecer terminologicamente la palabra crisis me vino a la mente el pensador español Salvador Madariaga que decía que en el idioma alemán existe una palabra -  werden - que en español equivale a lo que esta haciéndose permanentemente y a lo que nunca concluye de hacerse, es decir, el estado de evolución del ser humano y de su propia vida. Escribe el Dr. Alcántara: “De esta manera,  se concertaban los elementos distintivos de una crisis con sus condiciones antecedentes y, lo que era más novedoso, quedaban convertidos estos elementos en simientes constitutivas de la próxima crisis”. Es decir, que podría decirse, que al haber una solución a una crisis, implícitamente se están gestando las causas de una nueva. Pero si la democracia Latinoamericana se originó de una, desde una perspectiva optimista, no sería desechable suponer que otra crisis o la posibilidad de una nueva podría consolidarla y perfeccionarla ya que la democracia es un sistema que se auto corrige y lleva implícita las herramientas para su consolidación. Esto puede leerse en este articulo en referencia a la hiperinflación de la economía de algunos estados latinoamericanos que pudieron acaecer en un desmoronamiento democrático debido a ello sin embargo prevalecieron los mecanismos de la democracia, o por citar otro claro ejemplo, el mencionado por Alain Rouquié en Globalización y Democracia  en America Latina, citando el caso de Bolivia y la profunda crisis de Argentina en el 2001 diciendo que “los electores encauzaron  a través del sistema representativo el deseo de dar nuevamente al país un gobierno legítimo”.

            Ahora bien, siguiendo con Rouquié y el texto citado, también afirma lo siguiente: “el orden democrático está siempre en peligro porque no es una modalidad – natural – de gobierno”. Luego en otro apartado sostiene: “La restauración democrática no ha traído bienestar social ni empleo”.

Del segundo texto analizado se extrae que los políticos consultados consideran como amenazas a la democracia cuestiones insertas en las categorías económica y socio económicas como (pobreza, desempleo, crisis económica entre otras).

El informe del Índice de Apoyo a la Democracia del PNUD (2002) revela que un 54.7 % de los latinoamericanos preferiría un régimen autoritario a uno democrático, si le resolviera sus problemas económicos.

En la presentación del Latinobarometro versión 2013, se inicia con las siguientes palabras: “La década anunciada para el 2010 se confirma con los datos del 2013. America vive un momento de disminución de la pobreza, aumento de la educación, aumento del crecimiento económico, que ha proporcionado el mayor nivel de satisfacción de vida desde 1995”. Sin embargo párrafo siguiente se advierte que: “la precariedad, la pobreza, la desigualdad, la discriminación, siguen siendo el Talón de Aquiles, que de alguna manera le impide seguir al siguiente escalón. La democracia se ve retenida por la desigualdad en el acceso a bienes políticos y también económicos”.

            Continuando con la línea del Latinobarometro, una manera de medir la calidad de la democracia es desde la perspectiva normativa e institucional y otra es desde la percepción del ciudadano común, en como la población se siente incluida  en la ciudadanía política y social que son bienes intangibles y que tienen sus peculiaridades en cada pueblo. En otros casos estos bienes también son los tangibles.

            Desde este enfoque, puede dilucidarse la idea de - dispersión del poder – ya que, considerando a la ciudadanía como soberana, supondría que cada ciudadana y ciudadano sea sujeto de una cuota de poder igualitaria para todos. Ese poder debe consistir en la posibilidad, sin exclusiones ni barreras,  de – desarrollo humano – entendiendo a este concepto, según PNUD, como: “el aumento de las opciones para que las personas puedan mejorar su vida”. Esta enunciación acarrea dos escenarios; un espacio posible para la vuelta a formulas populistas, sin embargo lo brevemente expuesto demuestra que por el momento esto no es una posibilidad inmediata; el otro, una profundización del sistema democrático basado en la igualdad desde el punto de vista republicano y democrático o si se prefiere el de igualdad política sustentado en la noción del Estado Social de Derecho.

            Si la clase política latinoamericana reconoce que las cuestiones socioeconómicas y económicas son las principales amenazas para la democracia y sin embargo, reconocen como ventajas las de índole liberal-individual, desconociendo totalmente las bondades de este sistema para poder, en principio atemperar para consecuentemente disminuir las amenazas mencionadas es un factor que debe ser atendido con su debida cuenta.

            A la fecha la región goza de un importante crecimiento económico, pero los problemas siguen en la misma dimensión. Por lo tanto, “desarrollar acciones pedagógicas que intenten desvincular la definición democrática de la política de los propios resultados, coyunturales, de la economía”, si bien necesaria, no es prioritaria desde un punto de vista del tratamiento preponderante de la acción profundizadora de la democracia, sino mas bien, la toma de conciencia de la clase política, benefactora del sistema, de: que es inminente la reingeniería política de una estructura que permita, no solo el crecimiento económico, sino la justa distribución de esos bienes (tangibles e intangibles) que ese crecimiento genera, haciendo participes a las ciudadanas y ciudadanos de la construcción de su propia historia. 

                                                                                                                      Leandro Prieto Ruiz