martes, 26 de abril de 2022

“Mbopi-cuá. Baluarte Periodístico del Partido Colorado. Reapariciones de “Patria” y ediciones de la Revista “Cultura” y el Semanario “Tacuara”.

 

Mbopi-cuá es la historia que todo ciudadano paraguayo debe saber, principalmente aquellos que gustan de opinar sobre asuntos políticos, socioeconómicos o históricos. Es un relato que debe tenerse en cuenta para conocer las practicas cívicas de aquellos tiempos y ese destino circular creado por las mismas, cuya vorágine sumía a los unos y a los otros en la repetición constante de injusticias.

Así como tantos recuerdan la clausura del Diario ABC Color, también es justo recordar las tres clausuras que sufrió el Diario Patria, órgano periodístico del Partido Colorado, en el lapso de 1936 a 1940 bajo tres presidencias distintas.

A continuación, con ocasión del Dia del Periodista, un artículo publicado en 1974 titulado: “Mbopi-cuá. Baluarte Periodístico del Partido Colorado. Reapariciones de “Patria” y ediciones de la Revista “Cultura” y el Semanario “Tacuara”.

Referencias sobre Mbopi-cuá

Por razones biológicas en maridaje con la  cronología, podría aseverarse que solamente a los correligionarios de la última promoción generacional -mismo a los  que  hoy frisan en los  20  años  de  edad-, no  les ha  sido concedido el fijar sus pupilas en la historiada casona esquinera cuyo anales glosaremos, de fijo, grosso modo. Aquellos, en cambio, que transitan por el recodo de la treintena, sí que la han visualizado o conocido. Y ni  qué decir  tocante  a los que peinan canas . . .

Allá, por 1950, este edificio, de arquitectura colonial, calculábase, a ojo de buen cubiletero, haberse construido, cuando menos, centuria y media atrás. Paredes de adobe, algunas tan robustas que medían 70 centímetros de grosor. Techo envigado, de tejas y tacuaras. Corredor frontal enladrillado con pilastras ídem. Frontispicio al igual que costado izquierdo abarcando sus buenos tramos, respectivamente; de las calles Benjamín Constant y  15 de Agosto.

La estructura edilicia, esto es el cuerpo de la fábrica, miraba asimismo a la arteria Presidente Franco, con la complementaria  puerta de acceso (portalón de servicio). Vasto caserón, por tanto.  Y si por  su  vastedad  hubieron  épocas en que llamó la atención del peatón, a  fe  que  en  sus  postreros lustros de existencia tal atención había derivado del continente .al contenido, que es como decir de la morada a lo moradores, habida cuenta que la persona es siempre superior en valía a la cosa. Sin que fuera parte  a  disminuir aquélla atención,  a la sazón admirativa,  la circunstancia  cierta de ir cayendo a pedazos tabiques y techumbres del  conjunto ya desahuciado, cinco décadas ha, por los, ediles desdoblados  en  peritos.

Y bien. Corre 1937 cuando cierto editorialista de "El Orden" (Benjamín Constant entre 15 de Agosto y Convención  (hoy Juan E. O'Leary), da en la flor de motejar  "la Cueva" al caserón vecinal-vereda de enfrente. Casi simultáneamente, uno de los humoristas de su redacción, Orosimbo  Ibarra,  que  suscribe  su  Sección  cotidiana  "De  Bromas y de Veras" con sus propias iniciales: O.I., quieras que no quieras, populariza el remoquete.  Empero, la masa liberal y por ende opositora al Partido Colorado, acepta a regañadientes tal bautismo. Júzgalo vagamente  impropio  y,  lo que es más, en gracia a su dicción castellana, muy castizo. Y es así que un día cualquiera, cierto ciudadano cualesquiera, ciudadano éste sin gravitación  política ni social y mucho menos económica, pero que contrabalancea tales carencias con su nativo, lúcido y chispeante ingenio, idea, de súbito, la definición certera: Mbopi-cuá (Cueva de los Murciélagos). Sobrenombre prohijado de inmediato -cual acontece en casos similares- por los mandamás de turno. A partir de entonces aquel baluarte periodístico del Coloradismo  no será identificado sino por Mbopi-cuá, apelativo  que  adoptarían, a su vez, con el orgullo del pobre honrado que, vivere parvo, sabe subsistir con poco, directores y militantes republicanos. Introdúzcase aquí -lector- un inciso, para  dejar constancia, a mayor abundamiento., de que, efectivamente, en los  intersticios, del techado guarécense mbopises. Y como al historiógrafo honesto no le es lícito silenciar nada, lamentamos muy de veras no saber  precisar  si  tales  mbopises eran machos y hembras, aunque abrigamos la leve sospecha de que eran, exclusiva  -y excluyentemente--  machos. . .               ·

Prosigamos. La piqueta municipal- siempre sumisa al Progreso- comenzó a desmenuzar --septiembre de 1954- la vetusta casona solariega que a los retoños del General Bernardino  Caballero les  sirviera,  por  mucho tiempo,  die refugio, de tribuna y de sede. Y de la que insurgieran advertencias, protestas y reacciones, eficaces unas veces, inoperantes otras, aun cuando invariablemente aleccionadoras. Actualmente -marzo de 1974- en el espacioso predio se está edificando un inmueble moderno, en el que entran, por mucho, tanto hierro como, cemento armado., inmueble destinado, verosímilmente, a local de firma industrial o a oficinas de renta.

Anótese que, en aquel mismo setiembre alguien, de sensitivo espíritu, la mirada posada en los escombros, escribió, con la unción de un exvoto: "Cuando su desaparición sea definitiva  y  reste  en  el  perímetro  que  le  sirvió  de asiento la desnuda extensión del solar, creemos nosotros no ha de constituir homenaje ocioso y menos inmerecido, que el pendón rojo se incline adolorido -como baja de su cumbre a media asta el pabellón tricolor- y la albura dé su simbólica estrella se encrespone . . .".

Prensa Republicana

Tras la revolución del 17 de febrero de 1936, cunde en el seno del Coloradismo imperioso afán de afirmación doctrinaria. Contemporáneamente, divulgar los alcances socio­ económico de su praxis. Y ha de renacer, vigorizada, la prensa republicana, tanto más cuanto que se posee ahora elementos y utilaje de la imprenta de "La Opinión" -amén de una máquina impresora un tanto destartalada- que sus propietarios, directores del sector partidario abstencionista, donaran al Partido Colorado.

Marcos Quaranta, José Cantero Frutos y Josefa Méndez, con otros, instalan en Mbopi-cuá, alquilada por el Directorio partidario y en la que residirán los dos nombrados últimamente, el ya envejecido taller tipográfico. Por aquello de que los inermes son a menudo tenidos por endebles, el impulso renacentista habría de ser sofocado cuando Quaranta y otros, hombres de pluma, incluso dirigentes del Partido, son deportados. ¡Gloría victis!

Mas he aquí que sobrevienen los sucesos del 13 de agosto de 1937. Y como quiera que la médula de los slogans en auge externan un reclamo multitudinario: el de la "normalización democrática'', los exiliados colorados retornan al país.

Mbopi-cuá deviene, virtualmente, a la sazón, en tribunal de conciencia cívico-política, política que no es, precisamente, la del tratado aristotélico. Y deviene con la reaparición de "Patria", bajo la dirección de Guillermo Enciso Velloso y Víctor Morínigo. Oficiará de Administrador el infatigable Quaranta que aunque encocorado con frecuencia, pue, tiene genio fosforescente, demuestra ser un profesor de energía. El terceto -el quinteto-, pues siguen “al pie  de su  cañón" Cantero Frutos, y Josefa Méndez hubo de multiplicarse, diversificando sus actividades. Los directores, carentes por  falta de pecunia, de servicio telefónico, de redactores y hasta de ordenanzas, a más de editorialistas, ofician de gacetilleros, reporteros, correctores de pruebas y, de  habérseles apurado mucho, no habrían tenido empacho en oficiar de "canillitas".

"Patria", de nuevo, voceado en las calles. A fe que no es muy amplio su formato, ni numerosas sus páginas ni podría ufanarse de sus alardes gráficos. Modesto el exterior, apasionante el contenido. Así, pequeño, tiene la virtualidad del sinapismo. Rectificador y polémico, como el cactus, quienes en él se frotan, de seguro que se pinchan. Como el grano de pimienta, además, pica y hasta escuece. Y el público lector que jamás acepta  gato por  liebre,  aguarda  cada  una de sus tiradas con creciente  expectativa.  Cuando el impreso tiene en las manos, léelo con avidez. Pero ya está dicho: pica y escuece, tanto que, a la postre, otra vez clausura, seguida del extrañamiento de quienes lo orientan. Dijérase que: los que compelidos, se iban extra fronteras, habían aprendido a resignarse en la escuela de Zenón, el estoico. Cuando menos dos de los tres, fueron los preceptos de esta doctrina ético­ filosófica de que hacían gala: a) someterse a1 las contrariedades propias del sufrimiento anímico; b) mantenerse espiritualmente imperturbables . Apenas si una arruga más en la frente y un desgarrón más  en el  corazón.  Esto  cuando,  por imperio de· las circunstancias adversas, no dejaban, en suelo_ extraño,  los relativamente débiles,  la lana, como las  ovejas; los probadamente fuertes, las entrañas, como el pelícano . . .

Pero, henos aquí -estimados lectores.- empezando a incursionar en el período en que el General José Félix Estigarribia está en tramo de asumir la Primera Magistratura. Los deportados, autorizados a volver a Asunción, vuelven. El temporal alejamiento de los mismos coincide, al parecer, con que el Partido Colorado, sin recursos económicos y con miembros de su Directorio dispersos, merma en el ejercitamiento de sus fueros. Sea de ello lo que fuere, los predicados de "Patria", que torna  a ver la luz, resultan un a modo de élan revivificador. Tal resurrección del vocero ha sido posible, a guisa de contribución determinante, por la intermitente ayuda financiera de don Rigoberto Caballero. Si justicia es evocar, aireando, tan generoso concurso·, Se nos ocurre que ¡siempre es nobleza inclinase ante una tumba!

"¡Hay que batir sobre candente!", suerte de consigna partidaria que hace suya Enciso Velloso. En el lapso de uno meses, el órgano periodístico, ya con su antecedente  estela de prestigio, impónese rápidamente. Denuncia imposturas: Señala yerros gubernativos que se juzgan vitandos. Clarifica conceptos. Catilinarias, en resumen. Al pueblo, en tanto cuanto pueblo que, a estar por Goethe, hállase siempre equivocado en el detalle, pero nunca en el conjunto, conquístalo -para expresarlo en jerga amorosa- con la luz del guía avezado. Atento a la mecánica del Gobierno, capitaliza el inconformismo popular; que capta con sensibilidad de sismógrafo. En dos palabras: promueve intensas corrientes de opinión. El consumidor adicto como el no adicto buscan entrar en posesión del diario, el volumen  de cuyas tiradas  denota constante aumento.  Ya cuenta con  teléfono,  redactores y  ordenanzas.

Anticípese que a esta altura del nuevo ciclo, la tónica del periódico es esencialmente legalista. Vale la pena, por ello, espigar en algunos ejemplares. Y reproducir, si no en la letra, en espíritu, lo fundamental de su pensamiento. Estima, por ejemplo, que la propiedad raíz en el vasto perímetro del territorio paraguayo encuéntrase mucho mejor garantida que la natural propiedad de pensar y, en consecuencia, exteriorizar lo pensado. Vengan, a más de éste, otros testimonios, ilustradores,  por  sí solos, de cuáles los objetivos cardinales de aquella pluma candente, huérfana de retórica pero atiborrada de lógica por merced del raciocinio, pluma que en la diestra de Guillermo Enciso Velloso era, ya escalpelo hundido entre las más recónditas fibras de la legalidad, ora martillo de yunque u ora machete "Barcelona". Instrumentos o utensilios éstos usados., según el caso y oportunamente . . .

Abordada la problemática de un momento institucional dado, formula el interrogante: ¿Quid  juris?  Decididamente, lo que quería saberse, primordialmente, era qué solución proponía el Derecho. Preconiza que el Derecho -título posesorio también natural- sea la manifestación de la Razón pura -como lo concebía Kant- y no manifestación de la Razón práctica, por elástica, acomodaticia. A tenor de tales predicados las columnas del impreso exudan indignación, porque arrojáranse, desaprensivamente, aguas mayores y menores sobre la Constitución Nacional -Ley madre de las leyes-, avasallándose -puntualiza- sus, preceptos normativos. Y es que el editorialista de  "Patria" batalla en pos  de un  ideal  platónico:  ése por  cuya  virtualidad   a  las  leyes  les está asignada la facultad  de propender  al bienestar  del individuo,  en  tanto  cuanto  espécimen  humano. Platón, el  "divino"' Platón, discípulo de Sócrates que, en puridad  de justicia,  es el único  que acredita  derecho  a ser  considerado  divino en  el  complejo de la Humanidad,  condiciona,  en efecto, a  la  estricta  aplicación  y  cumplimiento  de  las  leyes,  la factibilidad  de la felicidad   del   hombre.   "Del pueblo", podría rectificarse  hoy,  olvidándose,   quizás,  que en  aquella  multisecular edad era inusual  la referencia al pueblo;  corriente la alusión  a los hombres,  con  la  salvedad,  nuestra,  de  que no todos  los  hombres,  antropológicamente  considerados,  constituían  parte  del  pueblo.           ·

Más aún: en la preocupación kantiana, el solitario· de Koenisberg cree en la necesidad de una ley moral que afiance la dicha terrena. Para el mismo linaje de ideas. dígase, también de nuestra parte, que Montesquieu confiesa, en  el texto de "El Espíritu de las Leyes", que cuando visitaba un país, no le interesaba más el saber cuáles eran sus leyes, si que el saber si se cumplían. Y abunda: "Los países son bien cultivados, no cuando son fértiles, sino cuando son libres.".

Siguiendo ahora el hilo del proceso político nacional, asentemos que concluye, por entonces, la primera etapa del Gobierno del General Estigarribia (15 de agosto de 1939 - 18 de febrero de 1940). Y sobreviene, de seguida, lo que todos sabemos: el punto negro de la blanca historia. . . Ha centralizado en el Ejecutivo los restantes Poderes del Estado el conductor de la victoriosa Guerra del Chaco. Autodisolución del Parlamento. Tregua política. Y el colofón ya consuetudinario: "Patria" clausurada, dado que había preferido, como Séneca, molestar con la verdad que agradar con el fementido halago. Asimismo acaso porque resistíase a subordinarse incondicionalmente  a  una  sola  voluntad.

En sustitución del vocero republicano aparece el diario "La Tarde", dirigido por Augusto R. Fúster. Su existencia es breve. En Mbopi-cuá, en el entretanto, edítanse revistillas lírico-folklóricas, dotadas, en mayor proporción, de composiciones poéticas en guaraní y en lengua bilingüe. Números, primerizos de "Ysapy", orientados por Arnaldo Riquelme (1941). César Lugo Portillo dirige "Ysyry" (1942 ) . En ésta colaboran asiduamente  Crispiniano Martínez González, Francisco Agüero Thompson, incluso el ·grande Emiliano R. Fernández. Ocasionalmente se editará también algún hebdomadario jocoso.  Como quiera  que fuese, políticamente,  "ni chicha: ni limonada".

A esta altura de la media del siglo, el Directorio de la Asociación Nacional Republicana lleva a cabo sus sesiones en Mbopi-'cuá. Bajo la ajada techumbre se delibera, controvierte y planea. Francisco Ortiz Méndez, en función de Secretario, prodigase incansablemente. Simultáneamente, cierto promisorio núcleo de jóvenes -líderes en potencia- allega su entusiasmo exultante y acompasa los pasos de la que será -años adelanté- incontenible marcha  triunfal.

Centro Cultural   "Bernardino Caballero", revista "Cultura"  y  semanario  "Tacuara"

En marzo de 1943 fúndase el Centro Cultural "General Bernardino Caballero". En octubre de este año aparece el ejemplar inicial de su órgano la revista mensual. "Cultura", que la dirige Enciso Velloso, impresa por los talleres de Mbopi-cua. Constará de dos épocas: la primera, de 1943 a 1948; la segunda, de enero de 1953 hasta fecha que no sabemos de cierto, toda vez que la colección obrante en poder nuestro (lapso este en que colaboráramos) finiquita con  el número 8, (correspondiente a los meses octubre-noviembre de 1953.

En esta tribuna del pensamiento intelectual colorado, aparecen,  reiteradamente, las firmas  de Juan E. O'Leary, Ezequiel González Alsina, Bacón Duarte Prado, Juan Carlos Moreno González, Rubén Ramírez Pane, Carlos Miguel Jiménez, Enrique Martín  Fabre,  José  Concepción  Ortiz,  Emilio Saguier Aceval y Fernando Saguier Caballero.  Por descontado que  la  enumeración  es  incompleta.

 


Y bien, pasemos por alto, por archisabido, el historial del Gobierno de Coalición y la consiguiente subversión originada en la ciudad de Concepción, para anotar, con interpolación en la sucesión cronológica, que el 26 de julio de 1946 salen, de jure et facto, del recinto de Mbopi-cuá, para integrar el gabinete ministerial del Gobierno del General Higinio Morínigo, don Federico Chaves y  el doctor Guillermo Enciso Velloso. "Principio quieren las cosas . . . ". Por  lo demás, se habrán dicho nuestros correligionarios para su coleto: ha menester, como los romanos ante venturoso, acontecimiento, "albo la pillo notare diem (señal.ar el día con  piedra blanca).

Por ideación e incitación de Miguel Ángel de la Cueva ( con el transcurso del tiempo, Secretario General de la Presidencia de la República) y a buen seguro que también, siquiera fuese por indirecto modo, de Enrique Zacarías  Arza, ya que por aquel entonces de la Cueva y Zacarías Arza semejaban en gracia a su fraternal compañerismo e identificación espiritual -Pílades y Orestes- hermanos siameses, aunque nos resulta imposible establecer quién era alter ego de quién;  por ideación e incitación -decimos- edítase por los talleres -de Mbopi-cuá, en reaparición, el ya muy popular $semanario "Tacuara", bajo cuya denominación léese el lema: "En Defensa Permanente de la Verdad Política Nacional". 'Tacuara" que, al término de lustros, tendría réplica seguidora en "Apepú" ( 2 ), hijo amadísimo de Gerónimo Vázquez. Bajo la denominación de este periódico, la siguiente advertencia: "Anike "apepú'" rycué ojhó nde resape;, chake nde ko'one" . Y al costado izquierdo, en recuadrito, la dirección: Parapití N° 789, Mbopicuá'í. "Tacuara" y "Apepú". Preguntemos.: ¿No son cáusticas o, en el mejor de los casos, impactantes, las etimologías políticas de ambos vocablos?

La desaparición, a las veces abruptamente, de los exponentes de prensa republicana, pensárase obedecía a cierto determinismo fatalista. 18 de noviembre de 1948. Convención partidaria auto malograda. Al siguiente día., 19, ¡adiós! "Tacuara"  y  "Cultura".

Mas "Tacuara" renacerá de sus. cenizas como. el Ave Fé­ inix de la leyenda mitológica. Su renacimiento verifícase en enero de 1949. A los consabidos José C. Frutos y Josefa Méndez, suman su concurso, entre  otros, Carlitos  Miguel  Jiménez, José D. Portillo y Teodoro S. Mongelós, destacando Jiménez, aquel humilde y talentoso rapsoda que malvivió en inspiración  permanente.

Cojamos, al azar un ejemplar: el número 43, correspondiente a esta segunda época y fechado el 31 de diciembre de 1949. ¿Qué cuáles las aportaciones configuradoras del material de lectura entregado a los tórculos impresores, preguntaran, lectores?. Ahí van, enumeradas como el tres de copas y el cuatro de bastos: "La Moral: Fundamento inconmovible del Coloradismo" (artículo de fondo), "Conspirar es  Signo de Insanía", "Perversidad'', "Justicia al Arte", "Cosas que ya no Marchan", "Se Dice, se Comenta, se Murmura . . ." ( comentario, reflexiones, gacetilla, sección fija). Y dos páginas escritas con lenguaje vernáculo)', a saber: Editorial: El Partido Colorado  oiqueta  jhina  mocoi  año  jhare   o  ocupá  jhagüé   el Poder, Lo mitá co jhe'í, Irocueté, Mba'é jhe'isé Comunismo, Petei: mba asy tuyá ma va ojhóvo. Opaichagua tová co ya jhechá 24 pyjharé, Ñe'e ra yhi mi, Mba'eve co na pe mbaapu'a mo'ai la yapú pe y Lo mitá ñe'e nguemí.

Jose Bernabe.

Publicado en Cuadernos Republicanos N° 10.

Asunción, marzo de 1974.

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