Mbopi-cuá
es la historia que todo ciudadano paraguayo debe saber, principalmente aquellos
que gustan de opinar sobre asuntos políticos, socioeconómicos o históricos. Es
un relato que debe tenerse en cuenta para conocer las practicas cívicas de
aquellos tiempos y ese destino circular creado por las mismas, cuya vorágine
sumía a los unos y a los otros en la repetición constante de injusticias.
Así como
tantos recuerdan la clausura del Diario ABC Color, también es justo recordar
las tres clausuras que sufrió el Diario Patria, órgano periodístico del Partido
Colorado, en el lapso de 1936 a 1940 bajo tres presidencias distintas.
A
continuación, con ocasión del Dia del Periodista, un artículo publicado en 1974
titulado: “Mbopi-cuá. Baluarte Periodístico del Partido Colorado. Reapariciones
de “Patria” y ediciones de la Revista “Cultura” y el Semanario “Tacuara”.
Referencias
sobre Mbopi-cuá
Por razones
biológicas en maridaje con la
cronología, podría aseverarse que solamente a los correligionarios de la
última promoción generacional -mismo a los
que hoy frisan en los 20
años de edad-, no
les ha sido concedido el fijar
sus pupilas en la historiada casona esquinera cuyo anales glosaremos, de fijo,
grosso modo. Aquellos, en cambio, que transitan por el recodo de la treintena,
sí que la han visualizado o conocido. Y ni
qué decir tocante a los que peinan canas . . .
Allá, por
1950, este edificio, de arquitectura colonial, calculábase, a ojo de buen
cubiletero, haberse construido, cuando menos, centuria y media atrás. Paredes
de adobe, algunas tan robustas que medían 70 centímetros de grosor. Techo
envigado, de tejas y tacuaras. Corredor frontal enladrillado con pilastras
ídem. Frontispicio al igual que costado izquierdo abarcando sus buenos tramos,
respectivamente; de las calles Benjamín Constant y 15 de Agosto.
La
estructura edilicia, esto es el cuerpo de la fábrica, miraba asimismo a la
arteria Presidente Franco, con la complementaria puerta de acceso (portalón de servicio). Vasto
caserón, por tanto. Y si por su
vastedad hubieron épocas en que llamó la atención del peatón,
a fe
que en sus
postreros lustros de existencia tal atención había derivado del
continente .al contenido, que es como decir de la morada a lo moradores, habida
cuenta que la persona es siempre superior en valía a la cosa. Sin que fuera
parte a
disminuir aquélla atención, a la
sazón admirativa, la circunstancia cierta de ir cayendo a pedazos tabiques y
techumbres del conjunto ya desahuciado,
cinco décadas ha, por los, ediles desdoblados
en peritos.
Y bien.
Corre 1937 cuando cierto editorialista de "El Orden" (Benjamín
Constant entre 15 de Agosto y Convención
(hoy Juan E. O'Leary), da en la flor de motejar "la Cueva" al caserón
vecinal-vereda de enfrente. Casi simultáneamente, uno de los humoristas de su redacción,
Orosimbo Ibarra, que
suscribe su Sección
cotidiana "De Bromas y de Veras" con sus propias
iniciales: O.I., quieras que no quieras, populariza el remoquete. Empero, la masa liberal y por ende opositora
al Partido Colorado, acepta a regañadientes tal bautismo. Júzgalo
vagamente impropio y, lo
que es más, en gracia a su dicción castellana, muy castizo. Y es así que un día
cualquiera, cierto ciudadano cualesquiera, ciudadano éste sin gravitación política ni social y mucho menos económica,
pero que contrabalancea tales carencias con su nativo, lúcido y chispeante ingenio,
idea, de súbito, la definición certera: Mbopi-cuá (Cueva de los Murciélagos).
Sobrenombre prohijado de inmediato -cual acontece en casos similares- por los
mandamás de turno. A partir de entonces aquel baluarte periodístico del
Coloradismo no será identificado sino
por Mbopi-cuá, apelativo que adoptarían, a su vez, con el orgullo del
pobre honrado que, vivere parvo, sabe subsistir con poco, directores y
militantes republicanos. Introdúzcase aquí -lector- un inciso, para dejar constancia, a mayor abundamiento., de
que, efectivamente, en los intersticios,
del techado guarécense mbopises. Y como al historiógrafo honesto no le es
lícito silenciar nada, lamentamos muy de veras no saber precisar
si tales mbopises eran machos y hembras, aunque
abrigamos la leve sospecha de que eran, exclusiva -y excluyentemente-- machos. . . ·
Prosigamos.
La piqueta municipal- siempre sumisa al Progreso- comenzó a desmenuzar --septiembre
de 1954- la vetusta casona solariega que a los retoños del General
Bernardino Caballero les sirviera,
por mucho tiempo, die refugio, de tribuna y de sede. Y de la
que insurgieran advertencias, protestas y reacciones, eficaces unas veces, inoperantes
otras, aun cuando invariablemente aleccionadoras. Actualmente -marzo de 1974-
en el espacioso predio se está edificando un inmueble moderno, en el que
entran, por mucho, tanto hierro como, cemento armado., inmueble destinado,
verosímilmente, a local de firma industrial o a oficinas de renta.
Anótese
que, en aquel mismo setiembre alguien, de sensitivo espíritu, la mirada posada
en los escombros, escribió, con la unción de un exvoto: "Cuando su desaparición
sea definitiva y reste
en el perímetro
que le sirvió
de asiento la desnuda extensión del solar, creemos nosotros no ha de
constituir homenaje ocioso y menos inmerecido, que el pendón rojo se incline
adolorido -como baja de su cumbre a media asta el pabellón tricolor- y la
albura dé su simbólica estrella se encrespone . . .".
Prensa
Republicana
Tras la
revolución del 17 de febrero de 1936, cunde en el seno del Coloradismo imperioso
afán de afirmación doctrinaria. Contemporáneamente, divulgar los alcances
socio económico de su praxis. Y ha de renacer, vigorizada, la prensa
republicana, tanto más cuanto que se posee ahora elementos y utilaje de la
imprenta de "La Opinión" -amén de una máquina impresora un tanto
destartalada- que sus propietarios, directores del sector partidario
abstencionista, donaran al Partido Colorado.
Marcos
Quaranta, José Cantero Frutos y Josefa Méndez, con otros, instalan en
Mbopi-cuá, alquilada por el Directorio partidario y en la que residirán los dos
nombrados últimamente, el ya envejecido taller tipográfico. Por aquello de que
los inermes son a menudo tenidos por endebles, el impulso renacentista habría
de ser sofocado cuando Quaranta y otros, hombres de pluma, incluso dirigentes
del Partido, son deportados. ¡Gloría victis!
Mas he
aquí que sobrevienen los sucesos del 13 de agosto de 1937. Y como quiera que la
médula de los slogans en auge externan un reclamo multitudinario: el de la
"normalización democrática'', los exiliados colorados retornan al país.
Mbopi-cuá
deviene, virtualmente, a la sazón, en tribunal de conciencia cívico-política, política
que no es, precisamente, la del tratado aristotélico. Y deviene con la
reaparición de "Patria", bajo la dirección de Guillermo Enciso
Velloso y Víctor Morínigo. Oficiará de Administrador el infatigable Quaranta
que aunque encocorado con frecuencia, pue, tiene genio fosforescente, demuestra
ser un profesor de energía. El terceto -el quinteto-, pues siguen “al pie de su
cañón" Cantero Frutos, y Josefa Méndez hubo de multiplicarse,
diversificando sus actividades. Los directores, carentes por falta de pecunia, de servicio telefónico, de
redactores y hasta de ordenanzas, a más de editorialistas, ofician de
gacetilleros, reporteros, correctores de pruebas y, de habérseles apurado mucho, no habrían tenido
empacho en oficiar de "canillitas".
"Patria",
de nuevo, voceado en las calles. A fe que no es muy amplio su formato, ni numerosas
sus páginas ni podría ufanarse de sus alardes gráficos. Modesto el exterior, apasionante
el contenido. Así, pequeño, tiene la virtualidad del sinapismo. Rectificador y
polémico, como el cactus, quienes en él se frotan, de seguro que se pinchan.
Como el grano de pimienta, además, pica y hasta escuece. Y el público lector
que jamás acepta gato por liebre,
aguarda cada una de sus tiradas con creciente expectativa.
Cuando el impreso tiene en las manos, léelo con avidez. Pero ya está
dicho: pica y escuece, tanto que, a la postre, otra vez clausura, seguida del
extrañamiento de quienes lo orientan. Dijérase que: los que compelidos, se iban
extra fronteras, habían aprendido a resignarse en la escuela de Zenón, el
estoico. Cuando menos dos de los tres, fueron los preceptos de esta doctrina
ético filosófica de que hacían gala: a) someterse a1 las contrariedades
propias del sufrimiento anímico; b) mantenerse espiritualmente imperturbables .
Apenas si una arruga más en la frente y un desgarrón más en el
corazón. Esto cuando,
por imperio de· las circunstancias adversas, no dejaban, en suelo_
extraño, los relativamente débiles, la lana, como las ovejas; los probadamente fuertes, las
entrañas, como el pelícano . . .
Pero,
henos aquí -estimados lectores.- empezando a incursionar en el período en que
el General José Félix Estigarribia está en tramo de asumir la Primera
Magistratura. Los deportados, autorizados a volver a Asunción, vuelven. El
temporal alejamiento de los mismos coincide, al parecer, con que el Partido
Colorado, sin recursos económicos y con miembros de su Directorio dispersos,
merma en el ejercitamiento de sus fueros. Sea de ello lo que fuere, los
predicados de "Patria", que torna
a ver la luz, resultan un a modo de élan revivificador. Tal resurrección
del vocero ha sido posible, a guisa de contribución determinante, por la
intermitente ayuda financiera de don Rigoberto Caballero. Si justicia es
evocar, aireando, tan generoso concurso·, Se nos ocurre que ¡siempre es nobleza
inclinase ante una tumba!
"¡Hay
que batir sobre candente!", suerte de consigna partidaria que hace suya
Enciso Velloso. En el lapso de uno meses, el órgano periodístico, ya con su
antecedente estela de prestigio,
impónese rápidamente. Denuncia imposturas: Señala yerros gubernativos que se
juzgan vitandos. Clarifica conceptos. Catilinarias, en resumen. Al pueblo, en
tanto cuanto pueblo que, a estar por Goethe, hállase siempre equivocado en el
detalle, pero nunca en el conjunto, conquístalo -para expresarlo en jerga
amorosa- con la luz del guía avezado. Atento a la mecánica del Gobierno,
capitaliza el inconformismo popular; que capta con sensibilidad de sismógrafo.
En dos palabras: promueve intensas corrientes de opinión. El consumidor adicto como
el no adicto buscan entrar en posesión del diario, el volumen de cuyas tiradas denota constante aumento. Ya cuenta con
teléfono, redactores y ordenanzas.
Anticípese
que a esta altura del nuevo ciclo, la tónica del periódico es esencialmente
legalista. Vale la pena, por ello, espigar en algunos ejemplares. Y reproducir,
si no en la letra, en espíritu, lo fundamental de su pensamiento. Estima, por
ejemplo, que la propiedad raíz en el vasto perímetro del territorio paraguayo
encuéntrase mucho mejor garantida que la natural propiedad de pensar y, en
consecuencia, exteriorizar lo pensado. Vengan, a más de éste, otros testimonios,
ilustradores, por sí solos, de cuáles los objetivos cardinales
de aquella pluma candente, huérfana de retórica pero atiborrada de lógica por
merced del raciocinio, pluma que en la diestra de Guillermo Enciso Velloso era,
ya escalpelo hundido entre las más recónditas fibras de la legalidad, ora
martillo de yunque u ora machete "Barcelona". Instrumentos o
utensilios éstos usados., según el caso y oportunamente . . .
Abordada
la problemática de un momento institucional dado, formula el interrogante:
¿Quid juris? Decididamente, lo que quería saberse,
primordialmente, era qué solución proponía el Derecho. Preconiza que el Derecho
-título posesorio también natural- sea la manifestación de la Razón pura -como
lo concebía Kant- y no manifestación de la Razón práctica, por elástica,
acomodaticia. A tenor de tales predicados las columnas del impreso exudan indignación,
porque arrojáranse, desaprensivamente, aguas mayores y menores sobre la
Constitución Nacional -Ley madre de las leyes-, avasallándose -puntualiza- sus,
preceptos normativos. Y es que el editorialista de "Patria" batalla en pos de un
ideal platónico: ése por
cuya virtualidad a
las leyes les está asignada la facultad de propender
al bienestar del individuo, en
tanto cuanto espécimen
humano. Platón, el "divino"'
Platón, discípulo de Sócrates que, en puridad
de justicia, es el único que acredita
derecho a ser considerado
divino en el complejo de la Humanidad, condiciona,
en efecto, a la estricta
aplicación y cumplimiento
de las leyes,
la factibilidad de la felicidad del
hombre. "Del pueblo",
podría rectificarse hoy, olvidándose,
quizás, que en aquella
multisecular edad era inusual la
referencia al pueblo; corriente la
alusión a los hombres, con
la salvedad, nuestra,
de que no todos los
hombres, antropológicamente considerados,
constituían parte del
pueblo. ·
Más aún:
en la preocupación kantiana, el solitario· de Koenisberg cree en la necesidad
de una ley moral que afiance la dicha terrena. Para el mismo linaje de ideas.
dígase, también de nuestra parte, que Montesquieu confiesa, en el texto de "El Espíritu de las
Leyes", que cuando visitaba un país, no le interesaba más el saber cuáles
eran sus leyes, si que el saber si se cumplían. Y abunda: "Los países son
bien cultivados, no cuando son fértiles, sino cuando son libres.".
Siguiendo
ahora el hilo del proceso político nacional, asentemos que concluye, por entonces,
la primera etapa del Gobierno del General Estigarribia (15 de agosto de 1939 -
18 de febrero de 1940). Y sobreviene, de seguida, lo que todos sabemos: el
punto negro de la blanca historia. . . Ha centralizado en el Ejecutivo los
restantes Poderes del Estado el conductor de la victoriosa Guerra del Chaco. Autodisolución
del Parlamento. Tregua política. Y el colofón ya consuetudinario:
"Patria" clausurada, dado que había preferido, como Séneca, molestar
con la verdad que agradar con el fementido halago. Asimismo acaso porque resistíase
a subordinarse incondicionalmente a una
sola voluntad.
En
sustitución del vocero republicano aparece el diario "La Tarde",
dirigido por Augusto R. Fúster. Su existencia es breve. En Mbopi-cuá, en el
entretanto, edítanse revistillas lírico-folklóricas, dotadas, en mayor
proporción, de composiciones poéticas en guaraní y en lengua bilingüe. Números,
primerizos de "Ysapy", orientados por Arnaldo Riquelme (1941). César
Lugo Portillo dirige "Ysyry" (1942 ) . En ésta colaboran
asiduamente Crispiniano Martínez
González, Francisco Agüero Thompson, incluso el ·grande Emiliano R. Fernández.
Ocasionalmente se editará también algún hebdomadario jocoso. Como quiera
que fuese, políticamente, "ni
chicha: ni limonada".
A esta
altura de la media del siglo, el Directorio de la Asociación Nacional Republicana
lleva a cabo sus sesiones en Mbopi-'cuá. Bajo la ajada techumbre se delibera,
controvierte y planea. Francisco Ortiz Méndez, en función de Secretario, prodigase
incansablemente. Simultáneamente, cierto promisorio núcleo de jóvenes -líderes
en potencia- allega su entusiasmo exultante y acompasa los pasos de la que será
-años adelanté- incontenible marcha
triunfal.
Centro
Cultural "Bernardino Caballero",
revista "Cultura" y semanario
"Tacuara"
En marzo de
1943 fúndase el Centro Cultural "General Bernardino Caballero". En
octubre de este año aparece el ejemplar inicial de su órgano la revista mensual.
"Cultura", que la dirige Enciso Velloso, impresa por los talleres de
Mbopi-cua. Constará de dos épocas: la primera, de 1943 a 1948; la segunda, de enero
de 1953 hasta fecha que no sabemos de cierto, toda vez que la colección obrante
en poder nuestro (lapso este en que colaboráramos) finiquita con el número 8, (correspondiente a los meses
octubre-noviembre de 1953.
En esta
tribuna del pensamiento intelectual colorado, aparecen, reiteradamente, las firmas de Juan E. O'Leary, Ezequiel González Alsina,
Bacón Duarte Prado, Juan Carlos Moreno González, Rubén Ramírez Pane, Carlos
Miguel Jiménez, Enrique Martín
Fabre, José Concepción
Ortiz, Emilio Saguier Aceval y Fernando
Saguier Caballero. Por descontado que la
enumeración es incompleta.
Y bien, pasemos por alto, por archisabido, el historial del Gobierno de Coalición y la consiguiente subversión originada en la ciudad de Concepción, para anotar, con interpolación en la sucesión cronológica, que el 26 de julio de 1946 salen, de jure et facto, del recinto de Mbopi-cuá, para integrar el gabinete ministerial del Gobierno del General Higinio Morínigo, don Federico Chaves y el doctor Guillermo Enciso Velloso. "Principio quieren las cosas . . . ". Por lo demás, se habrán dicho nuestros correligionarios para su coleto: ha menester, como los romanos ante venturoso, acontecimiento, "albo la pillo notare diem (señal.ar el día con piedra blanca).
Por
ideación e incitación de Miguel Ángel de la Cueva ( con el transcurso del
tiempo, Secretario General de la Presidencia de la República) y a buen seguro
que también, siquiera fuese por indirecto modo, de Enrique Zacarías Arza, ya que por aquel entonces de la Cueva y
Zacarías Arza semejaban en gracia a su fraternal compañerismo e identificación
espiritual -Pílades y Orestes- hermanos siameses, aunque nos resulta imposible
establecer quién era alter ego de quién;
por ideación e incitación -decimos- edítase por los talleres -de Mbopi-cuá,
en reaparición, el ya muy popular $semanario "Tacuara", bajo cuya
denominación léese el lema: "En Defensa Permanente de la Verdad Política
Nacional". 'Tacuara" que, al término de lustros, tendría réplica
seguidora en "Apepú" ( 2 ), hijo amadísimo de Gerónimo Vázquez. Bajo
la denominación de este periódico, la siguiente advertencia: "Anike
"apepú'" rycué ojhó nde resape;, chake nde ko'one" . Y al costado
izquierdo, en recuadrito, la dirección: Parapití N° 789, Mbopicuá'í.
"Tacuara" y "Apepú". Preguntemos.: ¿No son cáusticas o, en
el mejor de los casos, impactantes, las etimologías políticas de ambos vocablos?
La
desaparición, a las veces abruptamente, de los exponentes de prensa
republicana, pensárase obedecía a cierto determinismo fatalista. 18 de
noviembre de 1948. Convención partidaria auto malograda. Al siguiente día., 19,
¡adiós! "Tacuara" y "Cultura".
Mas
"Tacuara" renacerá de sus. cenizas como. el Ave Fé inix de la
leyenda mitológica. Su renacimiento verifícase en enero de 1949. A los
consabidos José C. Frutos y Josefa Méndez, suman su concurso, entre otros, Carlitos Miguel
Jiménez, José D. Portillo y Teodoro S. Mongelós, destacando Jiménez,
aquel humilde y talentoso rapsoda que malvivió en inspiración permanente.
Cojamos,
al azar un ejemplar: el número 43, correspondiente a esta segunda época y
fechado el 31 de diciembre de 1949. ¿Qué cuáles las aportaciones configuradoras
del material de lectura entregado a los tórculos impresores, preguntaran,
lectores?. Ahí van, enumeradas como el tres de copas y el cuatro de bastos:
"La Moral: Fundamento inconmovible del Coloradismo" (artículo de
fondo), "Conspirar es Signo de Insanía",
"Perversidad'', "Justicia al Arte", "Cosas que ya no
Marchan", "Se Dice, se Comenta, se Murmura . . ." ( comentario,
reflexiones, gacetilla, sección fija). Y dos páginas escritas con lenguaje
vernáculo)', a saber: Editorial: El Partido Colorado oiqueta
jhina mocoi año
jhare o ocupá
jhagüé el Poder, Lo mitá co
jhe'í, Irocueté, Mba'é jhe'isé Comunismo, Petei: mba asy tuyá ma va ojhóvo.
Opaichagua tová co ya jhechá 24 pyjharé, Ñe'e ra yhi mi, Mba'eve co na pe
mbaapu'a mo'ai la yapú pe y Lo mitá ñe'e nguemí.
Jose
Bernabe.
Publicado
en Cuadernos Republicanos N° 10.
Asunción,
marzo de 1974.
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