lunes, 1 de septiembre de 2014

Paraguay. Desde una democracia electoralista a una profundización del sistema democrático ciudadano.



Paraguay. Desde una democracia electoralista a una profundización del sistema democrático ciudadano.

Introducción



            El estudio de los fenómenos sociales y políticos, a veces entendidos como hechos irreproducibles, suelen tener su mediana o basta explicación a través de las Ciencias Sociales o Políticas, por medio de la implementación de una metodología que los vuelven a veces más y otras veces menos inteligibles ante espectadores de diversa índole. Esta metodología permite en su expresión última determinar factores disímiles o comunes ante la sucesión de cada fenómeno.

            Ahora bien, este trabajo tímidamente pretende enunciar hechos históricos y estadísticos que se aproximen a elementos para una futura investigación, no sin dejar en claro, que cualquier esbozo de la historia, y la historia misma, son sucesos que de una u otra manera influyen en su estadio posterior, no siempre de manera homogénea lo cual es digno de estudio, sino también de su manera heterogénea que es lo más llamativo al análisis en cuanto conceptos como clivajes de Lipset y Rokkan o a otras ideas como “coyuntura política” de Collier y Collier extraídos del articulo sobre “Crisis y Política en America” del Profesor Doctor Manuel Alcantara Saez.

            La historia, a efectos de este trabajo, la podemos definir como la suma de hechos o sucesos individuales, que ocurrieron, ocurren y que entrelazados determinarán, hasta cierto punto, lo que ha de ocurrir, o, en lo mínimo, la comprensión de los acontecimientos. Así también la podríamos caracterizar como la vitrina de las ciencias sociales. Es decir, la sociología, la antropología, la economía, las ciencias políticas, la filosofía, el derecho entre otras ramas, la tienen como principal punto de referencia o de partida para sus respectivos desarrollos.

            Por lo tanto, ningún análisis de la historia realizado desde la perspectiva que fuere será valedero si es que no se la analiza en su conjunto. Como suele decir el Dr. Leandro Prieto Yegros: “a la historia no se la puede cortar en pedazos como si fuera una torta o un queso”.

            Sin embargo, así también, adhiriéndonos al principio de que lo que no se puede medir no existe y que escudriñar en un pasado con pocos antecedentes validos para la ciencia, lo mejor sería desarrollar un esbozo histórico con hechos aceptados en lo académico a modo de introducción y luego, seleccionar un periodo, recavar datos y sustentarlos con las nuevas tendencias o mediciones.

            La democracia cumplió 25 años en Paraguay. Su asentamiento no estuvo exento de problemas y obstáculos, su desarrollo, si bien progresivo, suele tener sus defectos o vacíos y, como otros procesos en la región, ha tenido sus particularidades.

            Así, y al decir del Profesor Manuel Alcantara, “por defecto” acaecieron dos transiciones: una fue la transición política, la democracia, que trajo consigo las huellas de los regimenes, no democráticos en cada caso, tales como unas Fuerzas Armadas autónomas y presentes en el ámbito político (caso Lino Oviedo en Paraguay por ej.), partidos defectuosos, con fragmentaciones, enfrentamientos entre el Ejecutivo y el Legislativo, casi nula renovación de las elites entre otros síntomas peligrosos que revelaban que las transiciones de la región adolecían del síndrome de – democracias sin demócratas - , lo que no se tradujo en obstáculos para que en momentos de prueba, donde la democracia en otros tiempos hubiera sido victima, se resolvieran a través de mecanismos, en mayor o menor, medida democráticos. La otra transición fue la económica, que no se dio en todos los casos paralelamente ya que las incipientes democracias, según su caso, mantuvieron la estructura económica anterior (estados agigantados e intervencionistas, nacionalismo económico, reformismo distributivo, entre otros) lo que también tuvo su punto de quiebre dando un golpe de timón a los estados hacia una economía mas abierta, una economía de mercado.

Contexto histórico previo a la instauración de la democracia.

            “Las primeras experiencias autoritarias unipersonales del siglo XIX  - las del Dr. Gaspar Rodríguez de Francia y de Don Carlos Antonio López que se  prolongaron por alrededor de 50 años, y la relativamente breve, aunque trágica, del hijo de este último, el Mcal. Francisco Solano López, fueron las que desarrollaron el contrapunto desarrollado por la Constitución de 1870 para darle comienzo al intento modernizador de una razonable y sana convivencia política en el Paraguay.

            Pero la debilidad de la autoridad presidencial y su conjunción con otros factores agregados contribuyó, durante la vigencia oficial de esa Constitución, al desarrollo de repetidos golpes político – militares que a la vez de desplazar a Presidentes constitucionalmente elegidos, dio lugar a la creación de hecho de una nueva y no precisamente constitucional categoría, la de los llamados Presidentes de facto. Obviamente la consecuencia directa e inmediata fue la consiguiente inestabilidad política general.

            Fue esto lo que llevó a la adopción de la siguiente Carta Constitucional de 1940 mediante el curioso procedimiento de un Decreto presidencial primero y su confirmación vía plebiscito aprobatorio después. Dicha carta fue redactada con la intención de posibilitar el desarrollo de presidencias constitucionales más firmes, gracias a que, aparte del singular procedimiento utilizado a ese efecto, el mismo texto constitucional le agregó a las facultades presidenciales normales, facultades de autoridad más bien dictatoriales que presidencial – republicanas, posiblemente con la intención de favorecer su estabilidad futura.

            Sin embargo, esto a su vez y a su manera, favoreció también el inicio y desarrollo de otro indebido y poderoso proceso económico – político de corrupción que afectó profundamente a la practica político – social en la sociedad paraguaya. Este nuevo proceso, aunque supo también entre los años 1947 y 1954 de la ya clásica inestabilidad presidencial, se caracterizó posteriormente por lo que podría llamarse un exceso de estabilidad sustentado en la capacidad autoritaria de una singular autoridad presidencial, la del Gral. Alfredo Stroessner, quien a la vez  lideraba las Fuerzas Armadas y el Partido Colorado”. (Revista Critica Año XVII,  N° 23 de Abril del 2007).

            El 2 y 3 de febrero se llevó a cabo el golpe de Estado que inició el proceso de transición democrático. Los autores fueron los  otrora aliados del Gral. Alfredo Stroessner.


Hechos históricos durante la transición.

            Tras el golpe de Estado del 2 y 3 de febrero de 1989 asumió el gobierno provisional el Gral. Andrés Rodríguez quien fuera  el segundo hombre fuerte del país después de su consuegro el Gral. Alfredo Stroessner. Como ya habíamos mencionado, los autores fueron los mismos que fueran aliados del derrocado General.

            Esto configuraba lo claramente explicado por el Profesor Manuel Alcántara en -  Crisis y política en Latinoamérica -: “las luces de la transición, representadas por la oleada uniforme del régimen democrático, acarreaba sombras significativas en la política. Se trataba de regimenes democráticos asentados, en la mayoría de los casos, por defecto. El fracaso y el agotamiento de las situaciones anteriores eran las que habían definido las nuevas condiciones. El síndrome – de las democracias sin demócratas – se acentuaba más en aquellos casos de antecedentes sultanistas. Si la democracia era un ritual rutinizado de procedimientos, había que abrir un largo compás de espera en el tiempo para que éstos operasen y, mientras tanto, el ordinario funcionamiento de la política, tanto en lo tocante a los integrantes del régimen político como a las acciones de gobierno, podía acarrear peligros”.

            Contrario a lo que se creía el Gral. Rodríguez a menos de tres meses después del golpe, convocaba a elecciones generales pluralistas el 1 de mayo de 1989, En estas, con participación de todos los partidos, ya legalizados, el Partido Colorado, que lo postuló como candidato, ganó por el 74% de los votos, después de 35 años de elecciones de la época de Stroessner, quien obtenía regularmente más del 95% de los votos.

            De su gobierno lo más resaltante es que el  20 de junio de 1992 comenzó la Asamblea que finalmente promulgó una nueva Constitución, que reemplazaba la del 15 de agosto de 1967, diseñada por Stroessner. Rodríguez siguió atentamente el desarrollo de la misma, y en muchas ocasiones, contra los propios delegados de su partido, presionó por artículos especialmente democráticos.

            La democracia daba pasos firmes pero no sin peligros. En las elecciones internas de la ANR (Partido de gobierno) se desconocería la victoria de la Dupla Argaña-Ibañez. Al final de las votaciones los resultados fueron Argaña – Ibañez 213.482 votos y en segundo lugar Wasmosy – Seifart (Dupla apoyada por el Presidente Andrés Rodríguez) con 186.166 votos. De esta manera, y tras una enorme crisis interna partidaria, la chapa presidencial en representación de la A.N.R. fue la de los oficialistas que habían obtenido el segundo lugar. Años después el senador Juan Carlos Galaverna confesaría haber violado la Constitución y fraguado dichas internas a favor de los ya mencionados.

            En ese contexto emergía la figura de otro militar, encuadrado entre los actores principales del golpe de febrero de 1989, el Gral. Lino Oviedo, quien tuvo amplia participación en lo acontecido en las internas coloradas también a favor a la chapa oficialista.

            Las elecciones generales dieron los siguientes resultados: Wasmosy – Seifart (A.N.R.) 39 %, Laino – Benítez Florentín 32% y un nuevo actor político, y primera experiencia de fragmentación del voto, el Partido Encuentro Nacional 23%. Las elecciones tuvieron un 69% de participación y la oposición copó las cámaras del Congreso. Éste último partido recién volvería a tener una presencia significativa en el parlamento recién en las elecciones del 2013. Lo que denota un partido hecho a confección del candidato, lo que vendría sucediendo con otras fuerzas políticas.

Un alto costó debió pagar el Presidente Wasmosy por la participación del Gral. Lino Oviedo en su nominación como candidato de la A.N.R.. Tras varias diferencias en  abril de 1996 en aquel entonces Presidente de la Republica Juan Carlos Wasmosy  decidió pasarlo a retiro al Gral. Oviedo quien desacató las órdenes del propio Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas (Presidente de la República), e intentó un nuevo Golpe de Estado  generando así una crisis de grandes proporciones. Todo esto originado por su permanente incursión en política vestido de uniforme militar lo que en plena transición democrática se veía con malos ojos por muchos sectores sociales políticos y militares.

Estuvo detenido, aunque logró salir y postularse en las internas del Partido Colorado como precandidato a la Presidencia de la República triunfando con su dupla a Vice Presidente Raúl Cubas Grau.

La férrea oposición política, junto con criterios técnico-jurídicos impidieron que representase al Partido Colorado en las elecciones de 1998, al ser nuevamente detenido, quedando como candidato el que fuera electo como su Vicepresidente Raúl Cubas Grau y en lugar de éste, para la Vice Presidencia, el que salió segundo en las internas partidarias, Luis María Argaña.

Tras la victoria de la dupla supra mencionada, una de las primeras medidas del Presidente (hombre adepto al General Oviedo) fue conmutar la pena al General Oviedo. Lo que no resultó clara debido a la inconstitucionalidad resuelta por la Corte Suprema de Justicia ante la medida adoptada por el ejecutivo.

En marzo de 1999 ocurrió el magnicidio del Vicepresidente de la Republica, que sumado a otros sucesos llevaron a la renuncia del Presidente Cubas Grau (Llamado Marzo Paraguayo). El General Oviedo tendría sucesivamente  una vida de prófugo, luego asilado político hasta su retorno al país en el año 2004. Cumplió en parte su condena y resolvió sus problemas ante la justicia para candidatarse en las elecciones presidenciales del 2008.

Cabe aclarar que el General Lino Cesar Oviedo fue fundador de la UNACE (Unión Nacional de Colorados Éticos) como movimiento interno del Partido Colorado que tras los sucesos anteriormente mencionados y como consecuencia de ellos se desprendió de las filas coloradas constituyéndose en el Partido UNACE (Unión Nacional de Ciudadanos Éticos).

            Ahora bien, utilizando el Latinobarometro con su enfoque y metodología correspondiente sobre este periodo (del conflicto entre Lino Oviedo y Wasmosy año 96 al 98)  oscilaría de la siguiente manera  el apoyo a la democracia.


Latinobarometro – Informe 2013.

Paraguay - año
95
96
97
98
99
00
01
02
03
04
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La democracia es preferible

52

59

45

51

 -

45

35

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39

39


32

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 -

50
Gobierno autoritario
20
26
42
36
 -
41
43
37
43
39
44
30
36
29
29
33
25
 -
32
Da lo mismo
18
13
10
11
 -
13
19
20
17
19
19
24
23
16
24
14
17
 -
17
Ns/Nr
10
2
3
2
 -
0
4
1
1
3
4
5
8
2
2
6
4
 -
2

            Puede notarse como en el año directamente anterior a las elecciones en que el Gral. Lino Oviedo estaba protagonizando la escena política como uno de los principales actores en busca de la silla presidencial y el entramado de sucesos que generaban un ambiente de inestabilidad junto con las consecuencias de la crisis financiera (quiebra de importantes Bancos con un numero importante de ahorristas afectados) el apoyo a la democracia decreció y aumentó el apoyo al autoritarismo. Determinar las causas de esto con los datos proveídos seria irresponsable pero no así, suponer que este ambiente fue propicio para que un Gral. de “mano dura”, con promesas de progreso y distribución equitativa de la riqueza, avalado por una permanente campaña con el uso de los bienes públicos para la realización de obras en zonas de pobreza (anterior a su pase a retiro y una de las causas de ello), pueda con un discurso acorde a su perfil y la situación del momento obtener un importante apoyo del electorado que luego llevaría al Palacio de López a su candidato Raúl Cubas G. Lo que pasó después ya lo hemos dicho.

            Ante la crisis desatada por el Marzo Paraguayo, donde el critico contexto socio-político amenazaba la paz de un país con una democracia en transición por lo tanto permeable a cualquier tipo de quiebre institucional, según informe del CIRD (Centro de Información y Recursos para el Desarrollo): “Una de las características más graves de la crisis institucional por la que  atraviesa el país, es el profundo descrédito de la gente en sus instituciones. Esta percepción que demuestra los estudios de cultura política de Seligson, se agravó con los hechos de marzo de 1999, que se iniciaron con la muerte del Vicepresidente Luis María Argaña y que culminara con la renuncia del presidente Cubas Grau y la asunción de Luis González Macchi.” (http://www.cird.org.py/institucional/documentos/Criterios_1.pdf. Página 16), había que encontrar la manera de reencausar el proceso de transición democrática y el actor principal para este suceso fue la Corte Suprema de Justicia, por medio de un proceso, objeto de muchas criticas por personas autorizadas, resolvió confirmar al presidente.

En un trabajo de Elena Martínez-Barahona y Amelia Brenes Barahona se menciona la teoría del balance táctico (Tactical balancing) desarrollada por Kapiszewski en el año 1999 coincidentemente año de los sucesos que analizamos. “Lo determinante para esta autora- dicen las autoras primero mencionadas- es que no hay un único factor que explique las decisiones de las Cortes (al menos en casos políticamente controvertidos) sino que tales decisiones consisten en un conjunto de comportamientos motivados por distintos factores y valores que las Cortes consideran y ‘balancean’ en diferentes formas sobre casos, contextos y tiempo.” (Cortes supremas y candidaturas presidenciales en Centroamérica. Revista de Estudios Políticos (nueva época) Num 158, Madrid, octubre-diciembre (2012) pág 168)

El costo de esto fue la instauración de un Gobierno (Ejecutivo) débil, quizá a causa o en parte de su falta de legitimidad. Fue una era de escándalos de corrupción (en algunos casos de parientes cercanos), manejos desprolijos en la administración central que casi llevaron al Estado paraguayo al default, hubo un crecimiento voluminoso del índice de violencia apareciendo nuevas formas como el secuestro extorsivo. El Presidente González Macchi sobrellevó un juicio político del cual salió airoso, pero fue la ciudadanía quien tuvo que cargar con un Presidente que no eligió.

Los índices de apoyo a la democracia seguían bajos y los del autoritarismo tenían un alto grado. (Ver cuadro Latinobarometro, periodo 2003-2008). Esto se refleja en el discurso del candidato ganador del año 2003, Nicanor Duarte Frutos, quien, a modo de ejemplo, prefería hacerse llamar el Tendotá, término en el idioma guarani que denota “el jefe” pero en mayor intensidad al termino “mburuvicha” utilizado para llamar a la residencia presidencial “mburuvicha roga”; casa del jefe.

Bajo este gobierno, se impulsó el Juicio Político a los Ministros de la Corte Suprema de Justicia de los que cinco serían destituidos de sus cargos. El Presidente González Macchi enfrentó procesos judiciales por enriquecimiento ilícito y corrupción. Los primeros dos años y meses fueron desde el punto de vista de la gobernabilidad y en comparación al anterior muy buenos hasta que Nicanor Duarte se vio tentado ante la corriente del Socialismo del Siglo 21 y su gobierno fue deteriorándose, debido a diversos factores, al punto que la candidata oficialista, bajo su dirección, perdió las elecciones después de 60 años de gobierno colorado.

La alternancia llegó al Paraguay. Sus efectos para la democracia podrían decirse que fueron saludables. El mayor índice de apoyo a la democracia desde que empezaron las mediciones del Latinobarometro se reflejan en ese año.

Este periodo se encuentra en mejor detalle en el trabajo del Profesor Juan Mario Solis Delgadillo y Sarah Patricia Cerna Villagra, - “De la llanura al palacio: la reinstauración de la pax colorada en Paraguay” – publicado en – “Procesos político y electorales en Americalatina” –, capitulo14, Eudeba, Universidad de Buenos Aires, año 2013.  Lo más resaltante de este periodo, desde nuestro enfoque, es el juicio político al Presidente Fernando Lugo que fue reemplazado por el vicepresidente Franco, del partido liberal, con quien llegó al Palacio de López en el 2008.

Paraguay y la democracia hoy.

            El Mundo.es publicaba en su web el 04-11.2013 bajo el titulo: “Paraguay, el país que más apoya el autoritarismo”.
            El pico máximo alcanzado fue en 2005 cuando el 44% de la población se mostraba favorable a este tipo de gobierno.
            Dentro de los muchos ítems que abarca el informe Latinobarómetro 2013 presentado en las últimas horas, hay uno que destaca sobremanera el comportamiento y pensamiento de los paraguayos, y que los ubica al tope de países de la región en cuanto a preferencias por regímenes autoritarios.
            Según los datos aportados por el informe que diera a conocer la agencia pública IP, Paraguay es el país de la región con la mayor cantidad de personas que prefieren el régimen autoritario en lugar de uno democrático, con un promedio de 34% en el período 1995-2013.
            Para un país que debió convivir con décadas de dictadura militar stronista, cuesta sobremanera entender el motivo de tan alto guarismo. Y se agrega que Paraguay aumentó del 20% en 1995 al 32% en 2013 la porción de población que prefiere un régimen de gobierno autoritario en el país. El pico máximo alcanzado fue en 2005 cuando el 44% de la población se mostraba favorable a este tipo de gobierno.
            Paraguay es un territorio que ha estado signado, históricamente, por los altibajos democráticos. Décadas de Stroessner en el gobierno, pautaron una de las dictaduras más extensas del continente. Luego, ya en gobierno democrático, se sucedieron hechos como la caída de Fernando Lugo a través de un juicio tan breve como sorpresivo, y la asunción de Federico Franco.
            Después de esos sucesos de 2012, llega el actual mandatario Cartes a la presidencia, desde 2013. El informe de Latinobarómetro agrega que Paraguay sigue teniendo uno de los niveles más bajos de apoyo a la democracia en 2013. Repasando los últimos años, en el año 2005 el respaldo a la democracia era del 32%, y trepó al 33% en 2007. El impacto más positivo se dio en 2008 cuando el apoyo a la forma democrática de alternancia en el poder era del 53%.
            La alternancia en Paraguay fue corta y efímera políticamente, porque en 2013 nuevamente vuelve el partido Colorado, pero el efecto sobre la democracia permanece ya que hoy el apoyo a la democracia alcanza el 50%", señala el informe. Estos guarismos sitúan a Paraguay en escalones por debajo de otras naciones también vinculadas con las dictaduras militares en épocas contemporáneas, el caso de Chile”. (http://www.elmundo.es/accesible/america/2013/11/04/noticias/1383589391.html).
            Otro resumen, de elaboración propia siempre con el mismo medidor y en forma comparativa en la región quedaría así:

            Paraguay vive un momento de crecimiento económico importante, ahora bien, en contrapartida hay que tener en cuenta que el progreso mal administrado suele generar nuevas desigualdades o sentimientos de injusticia con respecto a la distribución de la riqueza. Tal es así que según el Latinobarometro, de entre 18 países analizados de la región, Paraguay esta número 16 en cuanto a LA IMAGEN DE PROGRESO DE SU PAIS, número 14 en BUENA SITUACIÓN ECONOMICA y 10 en MALA SITUACIÓN ECONOMICA, 14 en SATISFACCIÓN CON LA VIDA, 16 en APROBACIÓN DEL GOBIERNO, 14 en SATISFACCIÓN CON LA ECONOMIA, en Paraguay y Costa Rica son los únicos países donde disminuye la percepción de UNA JUSTA  DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA y conforma junto con Chile, Nicaragua, Perú, Panamá los 5 países que más han crecido pero que están insatisfechos con la distribución del crecimiento. Un 35% se ha quedado sin dinero para COMPRAR COMIDA. Esta 10 en el INGRESO SUBJETIVO (Le alcanza para cubrir sus necesidades) y 9 en NO LE ALCANZA PARA CUBRIR SUS NECESIDADES. ESTA 2 en  considerar que el mayor problema son los PROBLEMAS ECONOMICOS, siendo el DESEMPLEO el principal flagelo, seguido por la DELINCUENCIA E INSEGURIDAD.

            Sin embargo se da una tercera ola de respuestas, esta vez optimistas; Paraguay es uno de los principales países que cree que el gobierno puede solucionar los problemas que le aquejan en 5 años (62%), es el número 2 en creer en UNA SITUACIÓN ECONOMICA MUCHO MEJOR A LARGO PLAZO, es 6 EN SITUACION ECONOMICA PARTICULAR, MEJOR QUE LA DEL PAIS y 1 en SITUACION ECONOMICA PERSONAL FUTURA, es decir, el sentimiento económico de las personas sobre si mismas es mayor que la percepción que tienen del país, 5 en apostar a la ECONOMIA DE MERCADO como modelo económico, en el AUTOPOSICIONAMIENTO DE CLASES SOCIALES (lo que cada cual se considera) Paraguay esta 7 con un 6% de clase alta, 8 con 41% de clase media  (arriba del promedio de la región)  y 10 con un 50% de clase baja (por debajo del promedio de la región). Estos resultados distan bastante de los realizados por el Banco Mundial pero eso tan solo demuestra que al autoconsiderarse las personas mismas en alguna de las clases sociales, no solo tienen en cuenta bienes económicos, si no derechos, bienes políticos, dignidad, educación y patrimonios ciudadanos. También hay que agregar que la clase media esta en franco crecimiento.

            En percepciones políticas: Paraguay es uno de los países que aumentó su apoyo a la democracia, aunque es el 2 en plantear que es una DEMOCRACIA CON GRANDES PROBLEMAS, también es 2 en INTERES EN LA POLITICA y el más PREDISPUESTO AL AUTORITARISMO, el 3 que cree QUE PUEDE HABER DEMOCRACIA SIN PARTIDOS POLITICOS y 4 en creer que PUEDE HABER DEMOCRACIA SIN PARLAMENTO. Estos últimos indicadores reflejan la crisis de representatividad y de partidos políticos lo que también conlleva a una participación ciudadana no convencional como las protestas, huelgas, manifestaciones.

            Otro agregado, muy importante a esto, es que en el año dos 2009, siempre consultando la misma fuente, decía que los paraguayos son lo que más sacrificarían la democracia por desarrollo económico.

            En el año 2002 el informe de PNUD – La democracia en America Latina: hacia una democracia de ciudadanos y ciudadanas” exponía que: que el 54, 7 % de latinoamericanos y latinoamericanas prefería un gobierno autoritario a uno democrático si le solucionaba sus problemas económicos.

            Desde otro enfoque, el Profesor Manuel Alcántara, en su trabajo – Democracia y valores democráticos en la clase política latinoamericana. Una segunda aproximación – (Revista Mexicana de Sociología, vol 60, N° 2, abril – junio de 1998), colegía que, según la percepción de la élite política latinoamericana entrevistada, “las amenazas a la democracia tienen, mayoritariamente, un componente económico”. En este caso me atrevería a decir más bien un componente socioeconómico, ya que, según el autor mencionado, en su articulo – La democracia en America Latina: calida y rendimiento -: “El énfasis de los elementos procedimentales de la democracia ha dejado al descubierto, sin embargo, aspectos que tienen que ver con el ejercicio efectivo de la ciudadanía y con los resultados de la política. Al estar la expresión democrática de ésta basada en principios de ciudadanía universal, los individuos reclaman participar de una manera u otra haciendo explicita la igualdad que les hace soberanos, fundamentalmente mediante el voto. También demandan la resolución de trabas que no hacen efectiva dicha igualdad en otras facetas de la vida cotidiana y que supone el ejercicio pleno de dicha soberanía no solo en el ámbito cívico y político sino también en el marco social y económico. Esta falencia es especialmente preocupante en America Latina”.

            La falencia en el marco social y económico, desde una perspectiva filosófica de igualdad democrática republicana, es de común resultado en las mediciones de diversas fuentes, las cuales no han sido mencionadas en este trabajo, pero que, con algunas diferencias coinciden con lo dicho.

            Para ir concluyendo parcialmente estos apartados, me adhiero a las siguientes palabras: “se registra una evidente confrontación en una concepción de la democracia cuyas ventajas son expresadas en términos del liberalismo político clásico y unos riesgos que proceden del rendimiento en clave de resultados socioeconómicos, o estrictamente económicos, de la acción del gobierno. Esta especie de contradicción puede interpretarse en clave del binomio legitimidad – eficacia, en el sentido de que si no parece existir un cuestionamiento a los principios de legitimidad liberales, los problemas aparecen a la hora de no resolver la pobreza existente en las sociedades latinoamericanas, en el más genérico de la crisis económica, o en el desempleo. Esta situación coincide plenamente con la idea, derivada de un estudio de cultura política de las sociedades latinoamericanas, de que -la democracia parece haber ganado legitimidad-, pero carece de eficacia” (Linz, Lipset y Bunger Pool, 1996:34). Como también se ha señalado, los intentos de persecución de una democracia más profunda y genuina en América Latina pueden llevar a no procurar gobiernos más eficientes, aunque si más estables (Shifter, 1997:127). Los datos aquí presentados van en la misma dirección.”

            El pasado autoritario del Paraguay, su apertura a la democracia y una transición atormentada, no fueron obstáculo para que los paraguayos eligieran una y otra vez la democracia como sistema de gobierno durante 25 años ininterrumpidos, tal es así que en el año 2013 las elecciones se llevaron a cabo sin mayores incidentes, terminando con el corto lapso de alternancia y ubicando de nuevo en el Gobierno al Partido Colorado en manos de lo que se conoce en los estudios políticos como un Outsider.

            Si bien Paraguay hoy es el país con más predisposición al autoritarismo parece ser que las medidas para disminuir tal tendencia sería justamente una mayor democracia, no solo electoralista, sino más plena, una democracia auténticamente ciudadana en su aspecto cívico-político, y socio-económico.
A un año del nuevo gobierno
            Tres ejes fueron los principales del nuevo gobierno: la lucha contra la pobreza, crear una imagen país que pueda atraer inversores extranjeros y la lucha contra la corrupción (ordenamiento de la casa).
            En ese orden parece ser que la erradicación de la pobreza se sustenta en la capacidad del gobierno de atraer inversiones extranjeras para dinamizar la economía y generar empleos; y la lucha contra la corrupción que obligó a la actual administración a paralizar las ejecuciones presupuestarias en forma a poder ordenar la administración con miras a un saneamiento institucional general.
            Esto llevó al Ejecutivo a promover leyes como la APP (Alianza Publico Privada) y la de Responsabilidad Fiscal, como también la disposición de la publicación de los sueldos de funcionarios públicos que llevo a una reacción ciudadana de gran rechazo al conocer las cifras de los remunerados nada acorde a las funciones realizadas. Medida que fue bien vista por la sociedad aclaro.
             Para tal efecto, también se rodeo de un grupo de colaboradores mayoritariamente desligados de la militancia política y venidos del sector empresarial sin experiencia previa en la administración pública, que más bien no por vocación de servicio publico o político, han aceptado sus cargos para estar cerca de uno de los empresarios nacionales más exitosos del momento en el país, lo cual fija un nuevo panorama, riesgoso tal vez, de una política, no esta vez sin demócratas, sino sin políticos.
            Algunos resultados de las encuestas sobre este primer año de gobierno se transcriben a continuación:
            “A pocos días de cumplirse el primer aniversario de la toma de mando del presidente de la República, Horacio Cartes, la evaluación que realiza la ciudadanía es de un 54% de reprobación y un 46% de aprobación.
Este análisis es tomado a partir del estudio realizado por la encuestadora Ibope-CIES, para Editorial El País SA y TV Acción SA, que preguntó a la gente qué calificación daba a la gestión del titular del Poder Ejecutivo durante este primer año de mandato.
Un 3% calificó de muy buena la gestión de Cartes, un 43% de buena, 34% tildó de mala a la labor del mandatario en este primer año y un 20% de muy mala.” (http://www.ultimahora.com/54-la-ciudadania-reprueba-primer-ano-gestion-cartes-n819472.html ).
            “Respecto a si el presidente se preocupa o no por los problemas de la gente, un 65% señaló que no se preocupa, un 28% que sí se interesa por los dramas ciudadanos y un 7% de la gente no supo responder este planteamiento”. ( http://m.ultimahora.com/la-ciudadania-ve-cartes-soberbio-honesto-habil-y-despreocupado-n820827.html ).
            “Senadores de la ANR, el Frente Guasu y  el PLRA  coincidieron en que la encuesta por los un año de gobierno de Horacio Cartes coincide en gran medida con la realidad. Sostienen que la clase media y pobre sigue esperando sentir los cambios prometidos.
            El sondeo realizado por IBOPE-CIES, que Última Hora y Telefuturo empezaron a publicar, muestra que el 54% de la gente reprueba la gestión gubernamental del empresario, mientras que el 46% lo aprueba. En el segmento socioeconómico bajo la reprobación llega al 58% y en el nivel alto, el 56% lo aprueba, según la muestra”.http://www.ultimahora.com/sondeo-se-acerca-la-realidad-opinan-senadores-n819673.html.
            Para los casos. (Estudio. La investigación de mercado "Un año de Gestión Presidencial", hecha por Ibope Paraguay y su socio local CIES (Centro de Investigación de Estudios Socioeconómicos), se logró a partir de 405 entrevistas en el área de Asunción y Central a personas entre 18 años y más, de niveles socioeconómicos alto, medio y bajo, distribuidos proporcionalmente a la población).
            En otra edición se entrevistó a economistas:
“Dadas sus dificultades de comunicación, el primer mandatario y su gabinete tecnócrata tampoco llegaron hasta la gente. Según la encuesta de IBOPE- Cies para ÚH, 3 de cada 4 paraguayos que tenían altas expectativas hacia Cartes hace un año hoy ya no la tienen.
Aparentemente, todo bien. Los números cierran. Volvimos al mundo, crecemos mejor que nadie, mejoramos en igualdad. Y entonces ¿por qué convence tan poco la administración Cartes? ¿No será que el nuevo rumbo es inconducente al Paraguay que queremos?, se preguntó el economista y sociólogo José Carlos Rodríguez del Cadep.
El primer año de Cartes resulta algo enigmático. En lo económico tuvimos un crecimiento del 13%. Un portento cuando el mundo rico se mueve en la recesión o tantea una recuperación tambaleante con el costo de la exclusión social, cuando la buena estrella del mundo pobre, incluso de los del BRIC, ya no brilla tanto y América Latina tampoco crece tanto, Paraguay sí.”
Los datos dicen, además, que hay mejorías en igualdad y pobreza.
“El modelo. Los hechos apuntan a creer en un crecimiento que no es incluyente. Hubo un retorno al mundo de los países vecinos que –de todas maneras– no estaban lejos. Se hace una gestión que no cumple las expectativas de mejorar técnica y éticamente la administración; y una lucha contra la pobreza que coincide demasiado con la desaceleración del esfuerzo reformista y de protección social previo, analizó Rodríguez.
Lo que se lee en letra chica, lo que se sospecha, siempre según Rodríguez, es que el proyecto Cartes es un proyecto país que no lleva a la inclusión social, a la sustentabilidad del crecimiento, a una nación basada en el trabajo que funcione, que se base en el mérito, en la innovación, en mercados de verdad competitivos, en inversiones a largo plazo y en el riesgo asumido por empresarios que no son ‘empresaurios’, sino de los que están empeñados en el esfuerzo, en la competencia, en la responsabilidad y en la justicia social.”
“Vara muy alta. Por su parte, el economista César Barreto, entrevistado por el programa Ecos de la Noticia, emitido por ULTIMAHORA.COM, dijo que el abordaje económico del gobierno es correcto, pero se fijaron metas muy ambiciosas.
Destacó que se crearon expectativas muy altas en la ciudadanía, pero los resultados no fueron los esperados, ya que durante el primer año, la cartera económica se dedicó a tratar de ordenar la casa.”
A modo de conclusión.
            Las condiciones de crecimiento económico se están dando sosteniblemente pero aún no ha llegado o bajado a la percepción de la gente. Una vez que lo haga, como será la reacción de la ciudadanía? Disminuirá el interés en la política como el caso de Perú y Chile? (Latinobarometro 2013) O por lo contrario, aumentará las ya altas expectativas de la gente promoviendo una mayor participación ciudadana?

            Como podría bajar esa riqueza a la percepción de la gente? Los datos de una sólida y enriquecida Banca financiera de nuestro país, nos permite afirmar que a través del crédito y el consumo lo cual conllevará una sensación de progreso y bienestar. Pero esto esta por verse. La paralización del estado, la mayor industria y el gran patrón del país, ha retraído esa sensación. Todo hace pensar que la solución para el gobierno estará en las inversiones extranjeras.

            Esa riqueza, ligada al debilitamiento de la clase política y sus estructuras, debido a las medidas y decisiones del gobierno central encabezado por el Presidente de la Republica y un grupo de asesores mayoritariamente desligados de la militancia política y venidos del sector empresarial, podría converger en la mercantilización de la política? De ser así el Estado quedaría distribuido y en manos de grandes capitales suplantando el poder del dinero al poder político.

            Las crisis políticas electoralistas se han podido solucionar con mecanismos más o menos democráticos pero en  suma, y positivamente, no han podido erradicar la voluntad democrática. Hoy la democracia se abre ante nuevos desafíos: las expectativas socioeconómicas de la gente, de los ciudadanos.

            Por lo dicho, creo conveniente recordar una definición y recomendaciones realizadas en la presentación del informe de PNUD – “La democracia en América Latina: hacia una democracia de ciudadanos y ciudadanas” –;

            “Si desarrollo humano, como una y otra vez lo han dicho el informe del PNUD, es ´el aumento de las opciones para que las personas puedan mejorar su vida´, diría yo que democracia es el desarrollo humano en la esfera de lo público, afirmaba Elena Martinez en la introducción al informe. ´Es aumentar las opciones de carácter colectivo que inciden sobre la calidad de nuestras vidas. Y así el aserto de Amartya Sen, ´desarrollo humano es el proceso de expansión a las libertades reales que goza un pueblo, viene en efecto a ser una definición de democracia”.

            “Los autores de éste informe recomendaron cuatro esferas de acción fundamentales:

  • Revalorizar el contenido y la relevancia de la política como el ámbito en el que se adoptan las decisiones fundamentales que afectan a la sociedad. Las soluciones a los problemas y desafíos de la democracia tendrían que buscarse dentro y no fuera de las instituciones democráticas.
  • Construir una nueva legitimidad del Estado. No existiría una democracia sostenible sin un Estado capaz de promover y garantizar la ciudadanía plena.
  • La necesidad de promover una mayor diversidad y flexibilidad de las opciones de política económica al tiempo que se mantiene la estabilidad macroeconómica. En esta perspectiva, el debate sobre la economía y la diversidad de formas de organización del mercado debe ingresar en la agenda de discusión pública; y
  • Considerar el impacto de la globalización en los estados de América Latina como parte del debate sobre la democracia”.

            Este sigue siendo el desafío del gobierno en tensión hacia una democracia más plena. Diversos estudios así lo indican. La democracia es un sistema que se auto corrige y lleva implícita las herramientas para su consolidación, por ello soy optimista en que su avance, ya con 25 años en Paraguay, no sin riesgos claro está, sigue un proceso, quizás lento, con sus falencias pero estable, demostrando que  el remedio para que el sistema democrático y la percepción positiva del mismo en la gente mejore sería con más dosis de democracia.

                                                                                                                                 Leandro Prieto Ruiz.

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